La respiración unas de las funciones que realizamos desde que nacemos, no por eso quiere decir que lo hacemos bien, ya que existen 3 tipos de ellas.
• Celular.- Es el proceso mediante el cual las células utilizan el oxígeno para oxidar los nutrientes que le aporta la sangre y así poder vivir.
• Interna.- Es el metabolismo gaseoso entre la sangre y los tejidos, o dicho de otra forma, cuando las células extraen el oxígeno de la sangre y entregan el anhídrido carbónico.
• Externa.- Abarca desde la inspiración y espiración, hasta el intercambio de gases entre las células sanguíneas y el aire que respiramos.
Las personas que a menudo poseen enfermedades respiratorias, les aconsejamos algunas técnicas para mejorar su estilo de vida. A demás ayudaremos a evitar el colapso de la vía aérea, desarrollar una espiración mejor, evitar la estenosis de laringe, liberar nuestros bronquios de mucosidades, relajar nuestra musculatura intercostal, mejorar el metabolismo del intercambio de gases, disminuir la ansiedad y el miedo porque sabremos respirar.
Según Caburo Medica indica las siguientes técnicas
Respiración soplante.
Consiste en efectuar las espiraciones de forma inconsciente y automática con los labios fruncidos.
Esto tiene un gran efecto sobre las vías respiratorias altas y bajas. Haciendo este ejercicio evitaremos los colapsos traqueobronquiales y bronquiolares, cosa que podría ocurrir si soltamos el aire de golpe. Realmente lo que hacemos es poner el freno de nuestros labios a la salida del aire, de modo que este salga lentamente.
Para ello inspire lentamente por la nariz, y suelte el aire por la boca poniendo como si fuera a silbar.
Tos eficaz.
Consiste en iniciar el golpe de tos al final de la espiración siempre que exista material para ser expectorado.
Evitará de ese modo el agobio de una tos improductiva y limpiará de secreciones sus bronquios.
Para conseguir una tos eficaz, inspire profundamente y suelte despacio el aire por la boca mientras dice “sch” tal y como si quisiera indicar a alguien que se calle, continúe expulsando el aire hasta que se produzca el golpe de tos.
Intente toser tres veces hasta conseguir la expulsión de la mucosidad. No tosa nunca con la garganta, es molesto, inútil y doloroso. Si tiene un acceso de tos improductiva irritativa pruebe los siguientes ejercicios.
Intente retener el aire cuando inspire, pero no se esfuerce demasiado.
Respire despacio y superficialmente. No respire profundamente.
Ponga la mano frente a su boca y tosa sobre ella.
Utilice medidas complementarias como beber algo caliente, chupar un caramelo, comer algo, tragar saliva, hacer vahos , etc.
Respiración Abdominal.
Debe hacerla inconsciente y automáticamente. Relaje la pared abdominal durante la inspiración, y contraígala en la espiración.
Bloqueo nasal.
Con este ejercicio conseguirá aumentar el trabajo del diafragma y de los músculos intercostales, y mejorará el intercambio gaseoso.
Siéntese erguido en una silla y tápese uno de los orificios nasales, inspire lenta y profundamente por la fosa nasal libre y espire con los labios fruncidos.
Cambie de fosa nasal libre y repita el ejercicio. Realícelo durante unos minutos.
Clapping.
Consiste en percutir con los bordes cubitales de la mano, puesta en forma de ventosa, el tórax. Así facilitará la movilización de secreciones y su expulsión.
Ejercicios respiratorios.
Pretenden reforzar sus músculos respiratorios para conseguir una mejor ventilación. Elija aquellos ejercicios que le agraden más y realícelos varias veces al día durante unos diez minutos cada vez.
Respiración Abdominal.
Túmbese boca arriba en la cama y coloque las palmas de las manos sobre su abdomen. Inspire tranquilamente por la nariz y espire por la boca con los labios fruncidos.
Respiración Costal.
Igual que el anterior, pero colocando las palmas de las manos sobre la caja torácica.
Respiración a la espalda.
Igual que las anteriores pero con una mano en la espalda. Cambie de mano cada dos o tres respiraciones.
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