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¿Sabes lo que pasa con nuestro cuerpo si no tomamos agua?



El tener sed es una señal de que el cuerpo esta deshidratado. El cuerpo humano promedio está compuesto por un 75 % de agua y al no beberla o hacerlo en escasas proporciones podemos causar una serie de problemas de salud que pueden ser evitados con la ingesta diaria de una cantidad adecuada. No hacerlo no sólo impide el correcto funcionamiento del organismo sino que puede provocar muchas patologías tales como se las vamos a presentar a continuación: 

  • Tener la presión alta: En un cuerpo hidratado la sangre es normalmente un 92 % agua. Cuando llegamos a deshidratarnos la sangre se vuelve más densa (gruesa), lo que resulta en una mayor resistencia al flujo libre de sangre con el consecuente aumento de la presión arterial.
  • Conducir a trastornos del aparato digestivo: La falta de agua y minerales alcalinos como el magnesio y el calcio puede conducir a muchos trastornos digestivos como la gastritis, las úlceras y el reflujo ácido.
  • Daño renal: En un cuerpo deshidratado hay una acumulación de toxinas y residuos que los riñones no pueden eliminar con eficacia. A la vez se proporciona un ambiente ideal para que prosperen las bacterias, por lo que las infecciones frecuentes de vejiga o vías urinarias son el resultado. 
  • Estreñimiento: Cuando el cuerpo se deshidrata el intestino grueso es una de las principales regiones en las que el cuerpo reabsorbe agua a fin de proporcionar suficientes líquidos para las funciones esenciales. A falta de ingesta de agua los residuos que se mueven a través de este lo hacen lentamente porque se vuelven más compactos, lo que resulta en estreñimiento de leve a severo. 
  • Fatiga: La deshidratación conduce a una actividad enzimática lenta que luego se traduce en cansancio excesivo y fatiga.

Un punto muy importante es que debemos tratar de beber al menos ocho vasos de 8 onzas (240 ml) al día o 2 litros como mínimo. Si estamos haciendo ejercicio necesitamos aún más, si estamos enfermos o en un clima cálido. La ingesta de jugos o bebidas gaseosas no cuentan como ingesta de líquidos, ya que estos agravan la deshidratación por las sustancias que contienen (como el azúcar y la sal) lo que significa que se necesita más agua para eliminarlas de su sistema.