No es la noticia de que cualquier empleado de turno quiere oír. Trabajar en horarios irregulares no sólo es malo para su vida social y, probablemente, para su salud, pero tienen un efecto crónico en su capacidad de pensar, de acuerdo con lo que se encontró en un nuevo estudio.
En el estudio, publicado en la revista Occupational and Environmental Medicine, el impacto a largo plazo de las habilidades cognitivas de las personas que trabajan a horas intempestivas o turnos que cambian frecuentemente observados.
Los investigadores en Francia y el Reino Unido analizaron a los trabajadores empleados y jubilados en el sur de Francia durante una década; algunos de los cuales nunca fueron el trabajo por turnos, mientras que otros trabajaron bien durante años.
Encontraron que el trabajo por turnos se asocia con una alteración de la cognición, y la alteración fue peor en los que habían hecho ya.
El impacto fue particularmente marcado en aquellos que trabajaron horas anormales durante más de 10 años; con una pérdida de capacidades intelectuales equivalentes a que el cerebro envejezca 6.5 años.
El impacto fue particularmente marcado en esas horas anormales trabajado durante más de 10 años; equivalente a una pérdida de la edad de 6,5 años cerebro capacidades intelectuales.
El único resultado alentador para los trabajadores por turnos es que esta pérdida se puede revertir con un cambio en las horas regulares. La mala noticia? Se necesitan al menos cinco años, según lo sugerido por los resultados, a excepción de las velocidades de procesamiento.
Los autores dicen que la investigación es el primer estudio publicado sobre la reversibilidad del impacto crónico de trabajo por turnos en el cerebro después de que termine de trabajar.
Para el estudio, se pidió a los participantes a realizar pruebas cognitivas a fin de evaluar la memoria a corto plazo y la velocidad de procesamiento de largo plazo y la capacidad cognitiva general en tres ocasiones en 1996, 2001 y 2006.
Poco menos de la mitad de la muestra, 1.484 personas habían trabajado en turnos durante al menos 50 días al año.
Los participantes fueron 32, 42, 52 y 62 años en el momento exacto de la primera serie de pruebas. En total, sólo menos de 2.000 personas fueron evaluados en los tres puntos de tiempo.
Aproximadamente una quinta parte de los que han trabajado y una proporción similar de los que se retiraron había trabajado en un patrón de turno rotativo entre mañanas, tardes y noches.
Ritmos circadianos
Los investigadores, de la Universidad de Swansea, en el Reino Unido y la Universidad de Toulouse en Francia, dicen que este es un estudio observacional, lo que no se eliminan a conclusiones definitivas sobre causa y efecto.
Sin embargo, sugieren que la alteración del reloj biológico podría "generar factores de estrés fisiológico que podrían afectar el funcionamiento del cerebro."
Los seres humanos están hechos para dormir por la noche por su ritmo circadiano, un ciclo de 24 horas que trae cambios físicos, mentales y de comportamiento en el cuerpo. El ritmo circadiano del sueño, afecta a los ciclos de liberación de la hormona, la temperatura del cuerpo y diversos procesos. Además del impacto intelectual, la interrupción se asocia con problemas de salud, incluyendo úlceras, enfermedades del corazón y cáncer de mama.
En otro estudio de la deficiencia de vitamina D provocada por la reducción de la exposición a la luz solar con habilidades de pensamiento más pobres, según los investigadores también estaba vinculado.
"El deterioro cognitivo observado en este estudio puede tener implicaciones de seguridad que importantes, no sólo para las personas afectadas, sino también para la sociedad en su conjunto, debido al aumento del número de puestos de trabajo en situaciones de alto riesgo que tienen lugar en la noche", advirtió investigadores.
Dicen que por lo menos, los resultados sugieren que monitorear la salud de las personas que trabajaban turnos durante 10 años el valor.
Es un mensaje que merece atención.
Hizo hincapié en que los accidentes suelen ocurrir por la noche o temprano en la mañana; como el desastre de Three Mile Island en 1979 y Chernobyl desastre en 1986.
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