1. Los oídos sirven cómo huellas digitales. Según el profesor Mark Nixon, las orejas son un parámetro biométrico viable para identificar a una persona; ya que tienen una estructura estable que se mantienen desde el nacimiento hasta la edad adulta y que, en lugar de envejecer, sencillamente aumentan de tamaño.

3. Te dice si eres de genética dominante o recesiva. La Universidad de Arizona, realiza un estudio en la cual llegaron a la conclusión las orejas suelen terminar cerca del cuello de dos maneras posibles: pegadas al rostro, casi fundiéndose en él indica que eres de genética recesiva, si están levemente separadas por una forma de gancho eres de gen dominante.
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